miércoles, 21 de febrero de 2018

JOHN DONNE


El otro día en clase leímos el poema de John Donne, "Por quién doblan las campanas", que comentaré a continuación, reflexionando sobre el.

AUTOR
Poeta inglés. Considerado el mejor poeta en lengua inglesa del siglo XVII, John Donne nació en el seno de una familia de honda tradición católica. Estudió en las universidades de Oxford y Cambridge, aunque no obtuvo título alguno, pues su condición de católico se lo impedía. Viajó durante algunos años, y en 1598 conoció a sir Thomas Egerton, guardasellos del rey, quien lo nombró su ayudante particular, cargo que desempeñó durante los cinco años siguientes.
Sin embargo, parece que se mantuvo en el puesto más por su relación con Egerton, con quien le unía una buena amistad, que por la eficiencia de su trabajo, pues Donne huía de las responsabilidades para refugiarse en sus versos, por aquellas fechas ya numerosos y siempre dirigidos a alguna dama a la que conocía. Inspirado en parte en Ovidio, sus versos se alejan del petrarquismo en boga para dirigirse a la mujer de carne y hueso a través de una poesía de gran intensidad emocional, que evita las fórmulas en busca de un lenguaje más directo.

En 1609, una grave enfermedad le acercó a la religión y empezó a escribir sus primeros poemas de corte religioso. Dos años más tarde entró a trabajar al servicio de sir Robert Drury, impresionado éste por una elegía compuesta por Donne a la muerte de su hija. Con Drury, para quien escribió La anatomía del mundo, reflexión poética sobre la decadencia espiritual de la humanidad, viajó por Francia y los Países Bajos. A su vuelta, y tras negarle el rey un puesto de trabajo en la corte, Donne se convenció de su fe religiosa y se ordenó sacerdote de la Iglesia Anglicana (1615). Posteriormente, se doctoró en teología y se convirtió en profesor de dicha disciplina en Lincoln's Inn. Durante estos años se especializó en la redacción de sermones, cuyo éxito le valió ser nombrado, en 1621, deán de la catedral londinense de San Pablo. Una nueva enfermedad, ésta en 1623, le inspiró nuevos poemas religiosos; a partir de entonces redactó sobre todo sermones, gracias a los cuales fue conocido popularmente y lo convirtieron en el predicador favorito de los reyes Jacobo I y Carlos I.

POR QUIÉN DOBLAN LAS CAMPANAS

¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?
¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?
¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?
¿Quién no puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?
Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.
Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.
Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un
promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.
Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a
toda humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.


Este poema de John Donne, es un poema solemne y moderno cuyo tema por lo tanto es la muerte, el segundo tema más recurrido tras el amor. El autor encara este tema de forma peculiar asociada a concepciones orientales. Es un texto lírico escrito en verso, que se asemeja a un ensayo e incorpora tendencias de diferentes de la lírica.

En el poema, el autor hace una reflexión sobre la conexión de los seres humanos, expresando de esa forma la unidad del ser. Por medio de su obra, nos lleva a meditar acerca de la muerte, un suceso natural de la vida que asociamos continuamente a lo negativo, de forma diferente, pues si lo pensamos detenidamente también tiene su lado positivo (v.6), ya que al ser tan inmensa la conexión del ser, aunque una persona muera nunca se podrá llegar a un final, pues somos una parte de un todo y por ello continúa la vida reflejada en los demás seres humanos del mundo, por lo que jamás muere la vida del ser, nunca hay dos caras iguales en una misma moneda.
El concepto del ser del autor, podemos asociarlo con una de las obras más famosas de la literatura occidental, Hamlet de William Shakespeare, pues en esta obra el autor a través del protagonista, Hamlet, en su famosa frase "Ser o no ser", difiere con Donne mostrando su pensamiento negativo hacia las personas, pues no tiene fe en la humanidad y piensa que solo nos destruimos entre nosotros, en vez de protegernos sintiéndonos unidad; lo que contrarresta Donne, con el objetivo de proporcionarnos una visión optimista de la humanidad e intentando alejarnos del egocentrismo.


1 comentario:

  1. Me ha gustado muchísimo tu reflexión. Capta muy bien lo que os quería enseñar.

    ResponderEliminar