domingo, 8 de abril de 2018

LOS VIAJES DE GULLIVER. JONATHAN SWIFT


Tras leer un fragmento de la obra de Swift, Los viajes de Gulliver, en la que el autor pretende provocar nuestra reflexión sobre el concepto de mentira, pues no siempre se manifiesta de la misma forma ya que muchos dicen utilizarla por el "bien" de la otra persona y con ello evitar el dolor ajeno, y sobre el concepto de explotación, cambiando los roles de superioridad entre personas y animales; nuestra profesora nos invitó a redactar un ensayo sobre uno de estos dos conceptos mencionados anteriormente.
Pero antes de redactaros mi ensayo, os invito a conocer un poco acerca del autor y su obra: 

AUTOR: 


Escritor irlandés. Estudió teología en el Trinity College de Dublín, y tras estallar la guerra civil se trasladó a Inglaterra, donde obtuvo el puesto de secretario del diplomático sir William Temple, pariente lejano de su madre. Conoció a Esther Johnson, la hija de Temple, quien se convertiría en la destinataria de una serie de cartas íntimas, publicadas póstumamente en 1766 con el título de Cartas a Stella (Journal to Stella); algunos biógrafos sostienen que llegó a casarse con ella en secreto.

Las malas relaciones con su protector lo llevaron otra vez a Dublín, donde se ordenó sacerdote en 1694. Después de trabajar un año en la parroquia de Kilroot, y reconciliado con Temple, regresó a Londres para participar activamente en la vida política, religiosa y literaria de la ciudad. Aunque en un primer momento estuvo cercano a los whigs, tras la subida al poder de los tories escribió una serie de panfletos en su favor y contra los whigs que se caracterizaron por su gran agudeza y mordacidad, y que le llevaron finalmente a dirigir el Examiner, periódico del Partido Conservador.

En su panfleto La conducta de los aliados (The Conduct of the Allies, 1711) acusaba al Partido Liberal de alargar en interés propio la guerra de Sucesión española, lo que motivó la dimisión del comandante de las fuerzas armadas.
La habilidad como satírico de Swift se evidencia en sus primeros libros: La batalla de los libros (The Battle of Books, 1697) ridiculiza las discusiones literarias en boga que contraponían la calidad de las obras de la Antigüedad a las modernas, adoptando el autor una posición favorable a los clásicos, mientras que Historia de una bañera (Tale of a Tub, 1704), sátira sobre la pretenciosidad e hipocresía en el terreno de la religión y la literatura, le supuso la pérdida de sus prerrogativas en la Iglesia Anglicana.
Entre 1724 y 1725 publicó una serie de panfletos a favor de la moneda irlandesa, las Cartas de un pañero (Drapier's letters, 1724), que significaron la revocación del permiso para acuñarla, y más tarde Una modesta proposición (A modest proposal, 1729), en la que ironizaba sobre la posibilidad de vender a los hijos de los irlandeses pobres como alimento para los ingleses ricos, para el bien de la patria y de ambas clases sociales. Por estas obras sería considerado más adelante como un héroe del nacionalismo irlandés. Afectado al parecer por un tumor cerebral, sus últimos años se vieron marcados por una progresiva demencia
OBRA: Los viajes de Gulliver

La obra que indiscutiblemente aseguró a Swift la gloria literaria fue su novela Viajes de Gulliver (Gulliver's Travels, 1726), sátira imaginativa y pesimista de la sociedad que se convertiría, curiosamente, en un éxito de la literatura infantil. El descubrimiento por parte del protagonista de países imaginarios, integrados por ejemplo por seres minúsculos (Lilliput) o gigantes (Brobdingnag), le sirve al autor para lanzar una sátira aguda e inmisericorde sobre la política y las relaciones sociales de su época, de un tono negativo rayano en la misantropía. El estilo de Swift, austero y directo, alcanza sus mejores resultados en la sátira, el género que siempre cultivó y en el cual demostró sus inmensas dotes imaginativas y para la crítica social.

 De esta famosa obra se realizó una película cuyo trailer os dejaré a continuación:



ENSAYO: ¿ES POSIBLE EL DESARROLLO SIN EXPLOTACIÓN?
Desde hace millones de años los seres humanos ejercemos la explotación de la mayoría por no decir el total de los elementos presentes en nuestro mundo de diversas formas. Explotamos la tierra para abastecernos de recursos de la naturaleza por medio de actividades como la agricultura o la deforestación o a los animales expulsándoles de su hábitat natural usándoles para actividades de ocio humano como pueden ser los circos o los zoos para obtener beneficio monetario a su costa (explotación económica), o empleándolos en actividades primarias (ganadería y pesca) gracias a las cuales nos alimentamos. 
En un mundo en el que la explotación se considera una actividad habitual, y en el que no se refleja el peligro que esta supone para todos, no es de extrañar que esta se expanda hasta los propios seres humanos; hablamos de la explotación infantil y laboral, un concepto ocultado por muchos, en el que se da prioridad a la posesión de mayor beneficio monetario ante las posesiones más importantes de los seres humanos, la salud y la libertad. Por ello veo necesario darnos una llamada de atención lo antes posible, pues haber llegado hasta el concepto de explotación infantil lejos de ser algo extremadamente denigrante para nuestra sociedad, nos indica que no vamos por el buen camino y que no somos merecedores de ser los cuerpos vivientes más importantes del planeta tierra, pues no estamos utilizando como debiéramos la cualidad que nos aporta ese título y nos distingue del resto de seres, la inteligencia.
Motivo de esto me planteo si es objetivamente posible un mundo sin la existencia de la explotación, y sinceramente pienso que aunque sería imposible omitirla al completo, podríamos 
acercarnos a él utilizando adecuadamente los recursos de la naturaleza, cuidando cada parte de ella sin alterar los ciclos naturales y eliminando al completo la explotación de animales y personas, suprimiendo actividades que no sean voluntarias que quitan los derechos a los seres vivos.
Muchos dirán que nunca existió mundo sin los seres humanos practicando la explotación de otros seres, pero si reflexionamos un poco llegaremos a la conclusión de que tras todos los avances e invenciones que han hecho evolucionar nuestro mundo hasta nuestros días, es preocupante pensar que hemos mantenido la mala costumbre de la explotación, demostrándonos que por mucho que hayamos utilizado nuestra inteligencia, no hemos sido capaces de frenar este retraso y de aprender a convivir lo más igualitariamente posible con nuestro entorno; pues algún día tendremos que decir adiós a todos nuestros logros por no haber dicho previamente adiós a la estúpida idea de demostrar la superioridad de la raza humana.



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